miércoles, 16 de abril de 2014

Es hora de levantarse


  • “Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra se abre. Pero con frecuencia miramos tanto a la puerta cerrada que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros”.   Helen Keller



Es fascinante la forma que tenemos de autocastigarnos muchas veces. Bueno, no creo que fascinante sea la palabra, pero sabéis a qué me refiero. Esa manía nuestra de mirar atrás más de lo que deberíamos, sin ser capaces de avanzar. Disculpas por anticipado si no es vuestro caso y os meto en el mismo saco. Al menos a mí me pasa, con relativa frecuencia además en estos últimos tiempos.


Mirar atrás no es solo poco sano en exceso, sino que es contraproducente. Es harto difícil que mirando para atrás veamos el camino que se abre ante nosotros. Porque además, la consecuencia de esto es que no caminamos, sino que esperamos. Y querido amigo, esto es lo peor que podemos hacer.

En muchas ocasiones, esperamos que la vida, el universo, nos compense por todo lo malo que pasamos. Y ese es el error. No podemos esperar, tenemos que levantarnos y conseguir aquello que queremos. Visto así la teoría parece fácil, sin embargo luego no lo resulta. Por lo menos en mi caso. Tras un 2013 desastroso en todos los sentidos (13 tenía que ser) aparece ante mí un nuevo año, lleno de nuevas posibilidades, nueva gente, nuevos proyectos... que aguardan tras la puerta de lo que me espera. Solo queda abrirla, y curiosamente me resisto a hacerlo. ¿Por qué? Pregunta del millón.

Por eso he escogido esta cita de Helen Keller (impresionante su vida, si podéis buscad info), porque resume perfectamente lo que me ronda ahora mismo. Ya es momento de coger la llave de la puerta del pasado y tirarla para nunca más volver a abrirla. Lo que hagamos ahora nos llevará a donde estaremos en el futuro. Es la hora de soltarse los lastres y avanzar. Ponernos ante la puerta que hay ante nosotros, coger el pomo ya abrirla con todas nuestras fuerzas. Mirar atrás solo para coger impulso. Es hora de levantarse de una vez.



domingo, 30 de junio de 2013

Se hace camino al andar

Vuelvo tras casi dos meses con esto aparcado. Entre exámenes, líos y falta de inventiva, es lo que pasa. Los exámenes, bueno, como siempre. Los líos y la falta de inventiva parece que van acompañados, y esta última ha dado un respiro.

Son curiosas las cosas de la vida, te llevan de la euforia a la tristeza, y viceversa, de una forma tan espontánea e inesperada que asusta. Pero a pesar de todo, hay un pensamiento que debe acabar predominando, o dos según se mire. El primero es que, en el fondo, no estamos tan mal como pensamos, muchas veces son cosas de nuestra mente y nuestra introversión en los malos momentos. El segundo, que queda mucho por crear, por vivir, por caminar.

Por esto, no puedo evitar acordarme de los versos de Machado en los que habla precisamente de esto, de dejar atrás lo malo y empezar a construir nuestro propio camino:


Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.




Esta es la actitud. Aprovechar lo aprendido sólo para tomar impulso, dejar atrás los problemas, aprender de ellos, y tirar para adelante. Después de mucho tiempo se abre un nuevo mundo de posibilidades y nuevo futuro inesperado y, por qué no, apasionante. Hagamos camino.




PD: Rodéate también de buenos amigos, son el mejor valor que puedes tener. Gracias a G, A, J, M, F,  L, F, Q y N. Ger's back.



martes, 7 de mayo de 2013

El gran ejemplo vital

En estas noches de pseudo insomnio suelo tener oportunidad de pensar. Es mi rato predilecto junto con el de la ducha, a pesar de lo mucho que me gustaría estar durmiendo. Hoy me viene a la cabeza el programa que vi hace ya unas cuantas semanas en TVE, "Con una sonrisa".

Para poner un poco en situación, reunieron a una serie de chicos con discapacidades psíquicas asignándoles un trabajo específico dentro de un hotel. Como si fuesen unos empleados más, vamos. Éstos, guiados un poco por sus tutores, aprenden a hacer su trabajo y ponen en práctica lo aprendido.

Aún hoy, no soy capaz de resumir en una palabra lo que sentí al verlo (probablemente los alemanes sí tendrán un palabro que lo defina a la perfección), pero ha sido de los programas que más me han impactado en muchísimo tiempo. Es enternecedor ver de qué forma estos chicos, cada uno con sus problemas, sus limitaciones y sus miedos, son capaces de sobreponerse a todo esto y desenvolverse, y muy bien, dentro de su trabajo.

Nos han dado una lección, una grandísima lección. Son capaces de aceptar sus propias limitaciones, pero no se rinden. No existe la palabra rendición. Siempre que fallaban, vuelta a intentarlo, una y otra vez hasta que lo conseguían.  Y había algo que nunca faltaba, una sonrisa. Esa sonrisa de oreja a oreja cada vez que aprendían algo nuevo, cada vez que veían que su trabajo era reconocido y necesario, cada vez que se sentían útiles... ¿Cómo no lo van a ser?

Me viene a la mente la película Gattaca. El prota, a pesar de ser condenado por nacimiento a ser un paria de aquella sociedad por su limitación física, es capaz de desafiar a sus propias limitaciones y llega a ser incluso de los mejores de la élite de su sociedad. En definitiva, un ejemplo de superación personal. Por eso jamás seré capaz de comprender a aquellas personas que se creen en posesión de la capacidad de programar el nacimiento de nadie en función de su capacidad. ¿Habrán visto estas personas este programa? ¿Habrán visto sus sonrisas al sentirse útiles? ¿Habrán visto, en definitiva, su felicidad?

Apúntense este programa porque no les va a defraudar. Se llama "Con una sonrisa", que es precisamente con lo que servidor acabó nada más verlo. Y ahora que lo pienso, sí que hay una palabra que puede definir lo que sentí: ejemplo. Un gran ejemplo el que nos han dado estos chicos. Gracias por vuestra sonrisa.








miércoles, 30 de enero de 2013

Porque valemos mucho

Vengo de una mañana bastante agitada. Entre otras cosas que he hecho por la mañana, que ya explicaré con mucho más detalle en otra entrada (lo merece), he asistido a un acto al que estaba invitado por rebote doble, como miembro de la Delegación de la Universidad.

Estos últimos años, la Embajada de Francia en España reparte una serie de premios a aquellos alumnos que realicen  PFC en algunas de las dobles titulaciones acordadas entre la UPM y las Grandes Écoles francesas. Este año los premios han sido, por orden, Accesit para Carla Fernández, alumna de Aeronáutica, por un trabajo (perdón por la falta de precisión) sobre análisis de estabilidad del morro de un modelo de avión. El premio ganador ha sido para Lucas Tretout, estudiante en la ETSI Industriales, con su idea de bicicleta urbana plegable. Más información en:

http://www.upm.es/institucional/Estudiantes/c034f89b9708c310VgnVCM10000009c7648aRCRD

El tema es que el Instituto Francés en Madrid organiza un acto, con una serie de invitados y personalidades de la Universidad, del propio Instituto y los premiados para homenajearles. En sus respectivos discursos, tanto el Director del Instituto como el Rector de la Universidad hacían constante referencia al buen entendimiento franco-español y lo interesante que son estas experiencias tanto a nivel formativo como personal.

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Personalmente, estas ideas me parecen muy buenas. El mundo cada vez es más global, luego Europa, que de hecho ya es realidad, o al menos aspira a ello, no se queda atrás. Los intercambios culturales siempre son enriquecedores, salir de nuestra burbuja siempre viene bien. Nos ayuda a abrir nuestra mente y nos aporta un acervo cultural muy interesante.

España, concretamente la UPM en este caso, y Francia tienen ya una larga tradición de dobles titulaciones. En un futuro no muy lejando deberíamos aspirar a estrechar este lazo y abrirlos con otros países de la misma forma. Empezar aquí y terminar en Estocolmo, Múnich o Lappeenranta será algún día una realidad muy habitual. La mejor forma de crear más Europa es crear más lazos entre sus habitantes. Considerar toda Europa como una misma "casa" para estudiar es sin duda un paso de gigante hacia adelante en esta unión cultural.



La importancia de los detalles

Los detalles son más importantes de lo que puede parecer. Precisamente la forma totalmente espontánea que tienen de aparecer hacen que sean, en mi opinión, el reflejo verdadero de la personalidad. De ahí su importancia.

Son los pequeños detalles, aquellos que a veces se escapan, los que nos cuentan cómo son las personas y su trasfondo. Nos dicen quiénes somos, qué queremos y pretendemos, y no se pueden ocultar.

"Nadie puede salir de su individualidad. En los pequeños detalles, y cuando se está desprevenido, es cuando el hombre pone de manifiesto su carácter."
Arthur Schopenhauer




martes, 29 de enero de 2013

El rato del café

Es fascinante el papel que tiene el café en muchos de nosotros. Desde un punto de vista objetivo no es más que la bebida obtenida a partir de los granos del café tostado que, aderezado de mil y una formas, nos bebemos casi todos los días.

Suele pasar que la primera vez que catamos un café lo aborrecemos, pero a medida que vamos probándolo va gustándonos más. Lo mismo pasa con otros aspectos de la vida, como la lectura o el intercambio de ideas. Es cuestión de desarrollar una práctica.

Por ello, el aspecto que más me gusta del café es el subjetivo, el del café como poco menos que ritual, el de su dimensión social. ¿Nos tomamos un café? ¡Cuántas veces lo habremos dicho u oído! El café para levantarnos el ánimo, para ver a un amigo y charlar con él, la excusa para relacionarnos y cambiar impresiones.

Esto es lo que pretendo con este blog. Un espacio para departir con vosotros y compartir ideas e inquietudes. Un rato para tomarnos un café.