Son curiosas las cosas de la vida, te llevan de la euforia a la tristeza, y viceversa, de una forma tan espontánea e inesperada que asusta. Pero a pesar de todo, hay un pensamiento que debe acabar predominando, o dos según se mire. El primero es que, en el fondo, no estamos tan mal como pensamos, muchas veces son cosas de nuestra mente y nuestra introversión en los malos momentos. El segundo, que queda mucho por crear, por vivir, por caminar.
Por esto, no puedo evitar acordarme de los versos de Machado en los que habla precisamente de esto, de dejar atrás lo malo y empezar a construir nuestro propio camino:
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Esta es la actitud. Aprovechar lo aprendido sólo para tomar impulso, dejar atrás los problemas, aprender de ellos, y tirar para adelante. Después de mucho tiempo se abre un nuevo mundo de posibilidades y nuevo futuro inesperado y, por qué no, apasionante. Hagamos camino.
PD: Rodéate también de buenos amigos, son el mejor valor que puedes tener. Gracias a G, A, J, M, F, L, F, Q y N. Ger's back.